En primer lugar, si se ve involucrado en un accidente de tráfico como conductor, una vez superado el sobresalto inicial, trate de alcanzar un acuerdo con el otro conductor implicado para cumplimentar “el parte amistoso de accidente” que facilitan las compañías de seguros.
En este documento se consignan los datos de las partes, del vehículo y de los respectivos seguros de accidente, así como los daños que ha sufrido cada vehículo y las lesiones producidas, tanto las suyas como las del resto de ocupantes debiendo ser firmado por los conductores afectados por el accidente. Serán las compañías de seguros las que se encarguen de la reparación de los daños que, en su caso, hayan podido sufrir los vehículos.
Si hubiese daños y heridos graves, no trate de moverlos a menos que sea vitalmente necesario y avise a los servicios de emergencias, así como a las autoridades, que se encargarán de realizar la pertinente investigación y emitirán un informe o atestado que dictaminará quién ostentará la responsabilidad del accidente. Este documento constituirá una prueba fundamental para determinar quién ha sido el responsable del accidente, para poder iniciar posteriormente la reclamación.
En segundo lugar, si el responsable o el otro conductor implicado en el accidente de circulación niega su colaboración, tome nota de todos aquellos datos que puedan servir para identificarle, de la matrícula, de los testigos que hayan presenciado el accidente, etc. En cualquier caso, si hubiera testigos presenciales del accidente, hágalo constar tanto en el parte de declaración amistosa como en el atestado policial, pues siempre será de gran utilidad independientemente de la gravedad inicial.
Por último, debe comunicar lo antes posible el siniestro a su compañía de seguros, para ello tendrá un plazo de 7 días.
Es importante saber, que toda persona en un accidente de tráfico tiene derecho a reclamar y a ser indemnizada tanto por los daños materiales como por las lesiones sufridas y las secuelas definitivas.